Beneficios de la faja post parto:

1. Soporte abdominal:

Ayuda a mantener los músculos abdominales en su lugar mientras se recuperan, especialmente si hay diástasis de rectos.

2. Mejora de la postura:

Al ofrecer soporte en la zona lumbar, ayuda a evitar encorvarse, algo común al cargar al bebé o dar el pecho.

3. Reducción de la hinchazón:

La compresión suave puede favorecer el drenaje linfático y reducir la retención de líquidos.

4. Sensación de seguridad:

Muchas mujeres sienten que la faja les da firmeza y seguridad al moverse después del parto, sobre todo si se sienten "flojas" en el abdomen.

5. Alivio del dolor lumbar:

Disminuye la presión sobre la zona baja de la espalda, muy afectada durante el embarazo y en el postparto.

6. Soporte en cesáreas:

Puede proteger la herida y ayudar a moverse con más confianza y menos dolor (aunque debe usarse solo si el médico lo aprueba).

7. Facilita la movilidad:

Ayuda a reincorporarse más fácilmente, especialmente después de una cesárea o parto complicado.

Recomendaciones:

No usar por tiempos prolongados sin pausas (máx. 6 a 8 horas al día).

Elegir una faja que no apriete demasiado (la idea es dar soporte, no comprimir en exceso).

Consultar con tu médico antes de usarla, especialmente tras una cesárea o si hay puntos.